La conquista del espacio vista a través del arte - Parte I (del renacimiento al siglo XIX).

Astronauta esculpido en la fachada de la catedral de Salamanca

Desde hace mucho tiempo, el deseo de los seres humanos por conocer qué se encontraba más allá de su patria o los territorios conocidos, nos ha llenado de expectación e interés... todo aquello que se mostraba desconocido generaba proezas de imaginación, que luego adquirían un carácter mítico; de allí pasaban por el filtro del poeta, el pintor, el músico y se convertían en expresiones artísticas inigualables. Iniciando con los primeros exploradores del mar, pasando por los aventureros de los imperios colonialistas de los siglos XV a XIX, hasta llegar a los exploradores del espacio, esos hombres y mujeres arriesgados han dado pie a obras de arte que perduraron, primero en la tradición oral, luego en el texto escrito, la pintura y la escultura, para llegar a nuestros días en otras formas de manifestación artística propias de nuestros tiempos, tales como los cómics, el cine, la literatura, la arquitectura, la música y otros. Como el tema central de nuestro blog es la conquista del espacio, Haremos un recorrido por los principales hitos en cada una de estas artes y señalaremos las características generales de cada una de las obras para que se anime a conocerlas. Iniciemos juntos entonces ese recorrido, en orden cronológico:

"Somnium", de Johannes Kepler. La primera novela de ciencia ficción.

Portada de la primera edición

 Escrito por el gran astrónomo en 1608, pero publicado solamente hasta el año de 1634, cuando ya había fallecido, el Somnium de Kepler representa un hito en la historia de la conquista espacial a través del arte. Se trata de la primera vez que una persona trató de dar una descripción científica o creíble de un cuerpo espacial, usando como recurso la literatura, por lo que muchos la consideran como la primera novela de ciencia ficción de la historia. 

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Lo que su autor no previó serían los problemas que habría de causar la obra  su obra con los tribunales inquisidores, que llevarían a que su madre fuese acusada de brujería y tuviese que padecer los últimos cinco años de su vida por ello. Para conocer más detalles sobre esta obra y la historia de este proceso, remitimos a nuestro lector a este interesante artículo. 


"El otro mundo", de Cyrano de Bergerac. Los cuerpos celestes como excusa para la sátira.

Portada de una edición  francesa

Más allá de la figura del espadachín narizón y enamorado inmortalizada por la obra teatral de Edmond Rostand y las versiones cinematográficas protagonizadas por José Ferrer y Gerard Depardieu, el verdadero Cyrano de Bergerac fue un espíritu libre, proclive a la sátira y la crítica de la sociedad e instituciones francesas de su siglo. Si la obra de Kepler pretendía dar una visión científica y seria de los viajes a la luna, haciendo una descripción de su geografía y accidentes, de la parte iluminada y el lado oscuro de la luna, la obra de Cyrano utilizaba la luna y el sol como excusa para cuestionar las prácticas de las personas, clases sociales e instituciones conocidas... para ello, se valió de dos astutas argucias: representar grotescas costumbres de los habitantes de la luna y el sol, o presentar costumbres similares a las nuestras. La obra no sería publicada en vida de Cyrano, por lo que pudo sortear con facilidad las garras de la inquisición.

Ilustración del libro de Verne

Jules Verne. El gran visionario.
Pasarían muchos años antes de que alguien volviese a escribir una obra notable sobre los viajes espaciales. Dos siglos después de la publicación de los libros de Cyrano, Jules Verne sorprendería con sus asombrosos relatos de fantasía, teñidos de verosimilitud científica. El gran pionero de la literatura de ciencia ficción nos regalaría dos obras muy notables y casi proféticas sobre el tema: "De la tierra a la luna" y "Viaje alrededor de la luna", la primera de las cuales fue publicada en 1869, exactamente 100 años del verdadero viaje, pues recordaremos que el alunizaje se produjo en 1969.
La obra de Verne contaba la historia de tres hombres que viajaban al espacio y lograban girar alrededor de la luna aprovechando las leyes de la gravitación, para luego aprovechar esta misma fuerza para impulsarse y regresar a la tierra. Aquí podemos ver las primeras similitudes con el primer viaje tripulado a la luna... pero enumeraremos aquí de manera rápida cuáles fueron esas similitudes:

Ilustración de Ricardo Peláez

- En la novela de Verne, antes de enviar hombres al espacio, se hacía una prueba con dos animales... en efecto, años después, los soviéticos probaron con la perrita Laika y los estadounidenses con el chimpancé Ham.
- Verne planteó que la tripulación estaría compuesta por tres hombres... y que los encargados de emprender el viaje serían norteamericanos... en efecto así sucedió.
- El viaje de Verne tenía como punto de partida el estado de La Florida. El viaje real partió desde Cabo Cañaveral, que se sitúa justamente en el estado señalado por Verne.
- Los cálculos del costo  monetario del viaje son de aproximadamente U$ 12.112.000.000, haciendo la conversión a dinero actual. El viaje real tuvo un costo de U$ 14.400.000.000.
- En la travesía de los libros de Verne, había problemas de los astronautas para regresar... los tripulantes del Apolo 11 en efecto tuvieron dificultades similares llegando a cuestionarse si en efecto podrían volver. 
- La cápsula espacial de la novela de Verne era de aluminio y tenía un espesor de unos 20 centímetros... las láminas de aluminio de la Cápsula del Apolo 11 (en efecto se utilizó el mismo material que Verne vaticinara), tenían un espesor de unos 30 centímetros. 
- Por último y no menos asombroso, en la obra del fantástico escritor francés, al regresar la cápsula, esta caía en un punto del océano Pacífico, cuyas coordenadas son bastante similares a las originales.

Quienes hemos leído la obra hemos notado algunos otros datos que parecen casi coincidencias, como la similitud entre algunos de los apellidos de los tripulantes del libro con los del viaje real, entre otras situaciones que tienen que ver con cálculos aritméticos y físicos... algo que no deja de ser asombroso, si se tiene en cuenta que el autor predijo muchos de los adelantos científicos y tecnológicos de la vida contemporánea en otras de sus obras, como los submarinos, los lanzallamas e incluso el mismísimo uso de la internet o el transexualismo que vaticinara en la novela "París en el siglo XX", publicada de forma póstuma.

Fotografía de Julio Verne coloreada digitalmente.

Esto es todo por hoy. Próximamente nos dedicaremos a profundizar en este maravilloso tema de la conquista espacial, vista a través del arte, en la segunda parte de este post.  Los dejamos con un interesante documental presentado en Discovery Chanel, titulado "Profetas de la ciencia ficción: Julio Verne". Hasta pronto.